DESPACHOS A TODO EL PAÍS

DESPACHOS A TODO EL PAÍS

lunes, 30 de julio de 2012

¿De qué forma nos enferma el estrés?



El estrés es la plaga del mundo moderno y no es extraño que así sea si consideramos que casi todo en la vida cotidiana contribuye a crearlo o a aumentarlo: los problemas laborales o familiares, las preocupaciones económicas y la falta de tiempo, son sólo algunos ejemplos. Y si bien no se trata de una enfermedad en sí misma, sí es un factor de riesgo de casi todas las condiciones de salud. ¿Cuál es el mecanismo que hace que el estrés crónico afecte tanto? Busca la respuesta aquí.

Con el ritmo acelerado que caracteriza a las sociedades de hoy, el estrés se ha convertido en parte inseparable de la vida diaria. De esta forma, muchas condiciones pueden ser provocadas por este factor que, si bien no es una enfermedad en sí misma, puede causar problemas de salud concretos y reales, cuando se prolonga a través del tiempo y no se toman medidas para contrarrestarlo o eliminar sus causas.

Lo que sigue siendo un misterio es cómo las preocupaciones del día a día hacen que la salud se vea afectada. Una posibilidad es que las personas bajo estrés crónico (las que están al cuidado de un enfermo, tienen un trabajo exigente o problemas familiares importantes por citar algunos ejemplos), tengan costumbres menos sanas: que fumen, consuman alcohol, no duerman lo suficiente o se alimenten indebidamente. Otra alternativa es que las hormonas del cuerpo que responden al estrés tengan algo que ver en la aparición de enfermedades.

Eso es lo que se ha creído durante las últimas décadas. Ahora, investigaciones recientes parecen acercarse a una respuesta nueva que involucra al sistema inmunológico (de defensas), que es el que ayuda a que te defiendas contra los virus y las bacterias y su relación con el proceso inflamatorio. Debes tener en cuenta que la inflamación cumple una función positiva cuando el sistema de defensa la crea temporalmente para ayudar al cuerpo a sanar, como en el caso de la inflamación y el enrojecimiento que surge alrededor de una herida, por ejemplo. Pero cuando la inflamación se prolonga más allá de lo necesario, o se produce sin que el cuerpo la requiera para sanarse, puede crear toda una serie de trastornos y hasta convertirse en una condición crónica en la que el sistema de defensas ataca al propio organismo (como en el caso de la alergia o el asma).

La relación del estrés, la inflamación y las condiciones de salud ha sido el motivo de varios estudios recientes. Uno de ellos se publicó a principios de año en el medio especializado Proceedings of the National Academy of Sciences. Fue desarrollado por unos investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles, que llevaron un registro diario sobre las actividades de 122 adultos jóvenes (53 hombres y 69 mujeres) durante ocho días, enfocándose en sus relaciones con los demás y si éstas relaciones eran positivas o negativas. Además, los participantes tuvieron que hacerse pruebas de estrés y se les tomaron muestras de saliva antes y después de las pruebas, para medir los marcadores biológicos de la inflamación.

Si deseas seguir leyendo este artículo, pincha aquí

No hay comentarios: